Una de las muchas características de la gran serie Game of Thrones (Juego de tronos) es estar ambientada en una edad antigua con similitudes con la Edad Media. En ella, los personajes se debaten en una lucha constante con el entorno, los seres de su alrededor y también con contiendas internas entre lo que les dicta la razón y lo opuesto que dictaminan sus sentimientos. Entre estas deblaques, el escritor George R. R. Martin y los creadores de la serie David Benioff y D. B. Weiss, nos hablan sobre temas tabús como la locura, el incesto, toda clase de tendencias sexuales, el asesinar a familiares, las torturas o el fanatismo.
Por si todo esto fuera poco, en esta era las mujeres no tenían derechos y estaban sometidas al destino y el libre albedrío de su padre, de su marido o del hermano primogénito. Sin embargo, en Game of Thrones nos encontramos ante un elenco de buenas actrices que encarnan a mujeres que se saltan todo tipo de convencionalismos. He seleccionado algunos de estos grandes personajes que son reinas de hielo y fuego por distintas razones.
Comenzamos con Daenerys Targaryen. También conocida como Mhysa (madre), Khaalesi o madre de dragones, entre otros nombres. Emilia Clarke le da vida a esta chica tímida y temerosa sometida a las amenazas de su hermano Viserys Targaryen mientras viven en el exilio. Sin embargo, consigue ir convirtiéndose en una mujer espléndida ante quienes todos se rinden. Posee un gran carácter a la par que compasión pero si bien tiene buen corazón, se muestra implacable con sus enemigos y quienes la traicionan. La mujer que se repuso a la pérdida de su amado marido Khal Drogo (interpretado por Jason Momoa) y de su hijo, renace cual ave fénix de las cenizas con sus tres hijos, bebés dragones con los que está conectada y a los que ama: el gran Drogo (en la foto), Rhaegal y Viserion. El primero se llama así en memoria de su marido y los otros dos por los hermanos fallecidos de esta reina. Con el tiempo esta peculiar familia se irá haciendo cada vez más fuerte y poderosa y ella conseguirá ser reina de un vasto imperio por sus propios medios. En este mundo todos temen que Daenerys Targaryen reclame todo aquello de lo que es dueña por legítimo derecho y por méritos propios. Como dijo en un capítulo a Tyrion Lannister (interpretado por el fantástico Peter Dinklage): «No voy a detener la Rueda, voy a romper la Rueda».
Toda heroína necesita una antiheroína y esta es la reina Cersei Lannister (a cargo de la interpretación de Lena Headey), quien es la hermana mayor de Tyrion y a quien desea la muerte desde que nació porque su madre murió en el parto de este. Es la hermana melliza de Jaime Lannister a quien ama de todas las formas posibles. Si algo nos dejan claro sobre la reina Cersei, es que los convencionalismos no pueden pararla. Es muy consciente de los horrores que le aguardan a cualquier niña en ese mundo porque ella lo vivió cuando su padre Tywin Lannister le obligó a casarse siendo muy joven con el rey Robert Baratheon. También odiaba a su marido y consiguió asesinarle para ser la reina regente, después la reina madre en dos ocasiones y, por último, se convirtió en la primera reina de Poniente. Por ser mujer es subestimada en muchas ocasiones pero con Cersei hay que tener mucho cuidado porque detrás de su belleza, hay una gran inteligencia maquiavélica que hará todo lo que sea necesario por su familia, especialmente por sus hijos (fruto del incesto con su hermano: Joffrey, Myrcella y Tommen). El verdadero fuego de este personaje es su inmenso amor como madre. Pueden amenazarla directamente, no inmutarse y crear un plan para vengarse pero en lo concerniente a sus hijos, estaría dispuesta a arrasar ciudades hasta convertir los cimientos en ceniza. O aprovechar que sus enemigos están en el mismo lugar para volarlos por los aires.
Olenna Tyrell es la matriarca de la casa de Altojardín y la apodan «la reina de las espinas». Tras un aspecto de abuela adorable a cargo de Diana Rigg, nos encontramos ante una mujer con una gran inteligencia y astucia, muy superiores a las de la mayoría de los personajes. Tiene el don de ser muy clara y directa, incluso con las reinas Cersei o Daenerys. Es capaz de tener un comportamiento entrañable mientras ejecuta el asesinato del psicópata rey Joffrey sin provocar la mínima sospecha. Todo lo que hace es por proteger a sus amados nietos, Margaery y Loras Tyrell, y es una auténtica leona que defiende a sus cachorros y les venga a cualquier precio. Es tan buen personaje que mantiene su agudeza, «sus espinas» y grandiosidad hasta el final.
Arya Stark (interpretada por Maisie Williams) es de las pocas féminas de la casa Stark, a cuyo frente está su padre Ned Stark, señor de Invernalia y guardián del Norte. Desde pequeña, Arya muestra que no está conforme con dedicarse a labores consideradas apropiadas para las mujeres (de hecho, es el polo opuesto a su hermana Sansa). Quiere aprender a luchar, algo que le confía a su hermano Jon Snow (criado como el hijo bastardo de Ned Stark) y él le regala una espada a la que apoda «Aguja». Ante la ejecución de su padre y más tarde los asesinatos de su madre y su hermano mayor Rob, decide que se vengará de todos los que le hicieron daño a su familia, por lo que crea una lista de personas a las que matará y que repite cada noche antes de dormirse. Aun siendo muy joven, recorre el mundo para llegar a la ciudad de Braavos, donde le enseñan a convertirse en una asesina muy eficaz, lo que conlleva un duro y curioso entrenamiento. ¿Cumplirá toda su venganza? Desde luego está en buen camino.
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Muchas gracias, Mari Carmen.