François-Xavier Nicolet, Manel Ribera, José Galeote, Andrea Peirón.
Como viene siendo habitual en los últimos veranos, la principal oferta de música clásica en la ciudad de Barcelona es la que ofrece Mas i Mas en su festival. El formato es original y dado su recorrido parece que funciona: conciertos de 30 minutos que en general se ofrecen en tres sesiones con programas complementarios. De este modo el melómano o incluso el turista al que le apetece un rato de buena música puede acceder a una programación interesante a precios asequibles. Para aquellos a los que 30 minutos se les queden cortos siempre pueden asistir a dos de las sesiones con programación complementaria, lo que equivaldría al concierto tradicional, aunque en este caso el precio resulta excesivo. No seria mala idea que el festival ofreciera descuentos para los que compraran entradas para más de una sesión diaria.
Durante su largo recorrido el festival ha cambiado de localización sin acabar de encontrar el lugar adecuado, por lo menos en lo que respecta a la que debería ser la necesidad principal para músicos y espectadores, es decir, el correcto aislamiento acústico. Este año el ciclo se ha trasladado al Reial Cercle Artístic, a cuya sala -esplendida, por otro lado- llegan los ruidos de clientes y camareros de la terraza anexa. Pero lo peor, lo que raya el surrealismo y demuestra la insolencia del Reial Cercle Artístic, es que obligan a pagar por el uso de los servicios a los asistentes a los conciertos. Es curioso que los clientes del restaurante no deban pagar pero los espectadores de una actividad coorganizada por una entidad cuyo nombre lleva la palabra «artístico» si. Demuestra muy poco sobre su respeto por el arte y por sus socios de Mas i Mas. Desde aquí animamos a los lectores a que nunca hagan consumición alguna en ningún establecimiento del Reial Cercle Artístic. No lo merecen.
Por lo que respecta al apartado musical, el concierto revestía especial interés por la inclusión de obras de jóvenes compositores catalanes: Manel Ribera y José Galeote.
De Ribera pudimos escuchar Celorimbach y Tres Peces (del llibre vermell de Montserrat). Ribera es un compositor con una marcada vocación experimental y de innovar. Celorimbach es una pieza para chelo solo en la que el objetivo es lograr que el instrumento suene como una calimba. Los originalísimos juegos tímbricos que consigue mantienen atento al espectador hasta el final de esta corta obra que deja con ganas de más. Las canciones del llibre vermell de Montserrat responden a la vinculación de Ribera con la montaña y consisten en deconstrucciones tímbricas de las canciones originales. Es decir, sin alterar para nada la melodía, Ribera juega con los distintos colores y texturas que el chelo y la guitarra pueden proporcionar. Puede ser complicado en una primera audición reconocer la melodía que se esconde tras los sonidos que buscan constantemente un juego de contrastes y de complicidades, pero a medida que se escucha con más frecuencia se puede seguir con facilidad la melodía original. A la hora de componer Ribera no muestran compasión alguna por los interpretes y tanto Nicolet como Peirón demostraron tanto un dominio excepcional de sus instrumentos como una preparación a fondo de las obras, que interpretaron a la perfección.
Las obras de Galeote son menos arriesgadas que las de Ribera, por decirlo de algún modo, aunque su lenguaje no deja por ello de ser original. La sonatina primaveral es un homenaje a Astor Piazzola y así se aprecia fácilmente en las melodías y ritmos que usa. Se nota que Galeote es un excelente guitarrista por el partido que saca del instrumento, lo que no quita que la parte de chelo sea igualmente lucida. La otra pieza que tocaron en la última sesión debía ser la sonata estival (siguiendo con el homenaje a Piazzola), una obra muy interesante y más innovadora, a mi juicio, que la primaveral. A pesar de ello, al final el guitarrista anunció un cambio de programa y tocaron un dúo de Galeote para guitarra y chelo, de gran belleza pero mas convencional que la pieza a la que sustituía.
El resto del programa consistió en arreglos que el propio dúo hizo de piezas de Granados, Falla, Ravel y Nin. El contraste con las piezas contemporáneas era excesivo y, dado el formato corto del concierto, quizá hubiera sido más deseable que se combinaran con obras estilísticamente más afines. Hay que reconocer, en cualquier caso, que el menguado repertorio para guitarra y chelo no lo ponía fácil y por lo menos las piezas escogidas funcionaron muy bien en unas interpretaciones en las que Peirón cantó con gran belleza las melodías al chelo y Nicolet hacia que no se echara de menos al piano con su pericia con la guitarra. Ciertamente son un dúo fluido, y les deseamos un largo y exitoso recorrido. Estaremos atentos a futuras apariciones.
Ficha del concierto
Duo Fluido
Andrea Peirón – violonchelo
François-Xavier Nicolet – guitarra
Sesión 19:30
Granados: Danza Española n.5 «Andaluza» / Ribera: Tres Peces (Del llibre vermell de Montserrat) / Galeote: Sonatina primaveral / J. Nin: Seguida Española «Asturiana» y «Andaluza» / Falla: Danza de la vida breve
Sesión 20:30
Ribera: Chelorimbach / Galeote: Dúo / Ravel: Pieza en forma de habanera / Falla: Canciones populares españolas.