El Espacio Labruc (calle de la Palma, 9) se ha convertido en una de las salas de referencia de aquello que denominamos como “escena off”, que suele oscilar entre el teatro experimental y obras de entretenimiento de carácter más comercial que artístico que sin embargo, debido a la ausencia de caras conocidas que den lustre al proyecto, suelen quedar fuera de los teatros generalistas comerciales (léase el Teatro de la Latina, el Infanta Isabel, el Calderón, etc.). La compañía Yogur | Piano (Itziar Cabello, Marta Matute, Nora Gehrig, Daniel Jumillas, Jos Ronda y Gon Ramos) ha conseguido, con la obra homónima la residencia en el teatro.
Yogur | Piano busca hacer poesía de lo cotidiano a través de la sensualidad y la sensorialidad, de la oralidad cotidiana; los silencios, los titubeos, lo sobrentendido y lo sobrexplicado cobran una dimensión profunda. El teatro tiene este poder: las palabras pesan, pululan visibles por la sala. También el gesto, el movimiento. Y también, especialmente, los silencios. La obra tiene la pretensión de trascender lo cotidiano hacia la experiencia poética, al menos al comienzo, para finalmente, como le habría gustado a Gil de Biedma, convertirse en poema. Se trata de una exploración construida a partir de lo fragmentario, de pequeños vislumbres reales o metateatrales que desvían o focalizan la atención de los espectadores. Lo fragmentario de la obra no se explica solamente por un afán posmoderno, sino por la propia génesis del espectáculo, resultado del trabajo de ensayos, improvisaciones y aportaciones de los diferentes participantes.
De la música electrónica al canto lírico, de la necesidad de comunicación a la búsqueda tenaz del silencio, de la ira a la ternura, de lo cotidiano a lo onírico, los contrastes nos sacuden y estimulan. Hay una mezcla de géneros teatrales donde lo narrativo y lo lírico se topan a menudo con la performance. Y es en esto último donde la obra quizás yerra: por los lugares comunes, la demasiado manoseada ruptura de la cuarta pared para mirar intensamente al público a los ojos, o la impostura de no salir a agradecer tras finalizar la obra. Apuntes críticos que no desmerecen el trabajo de los actores, ni la creación de una atmósfera a la vez misteriosa y sugerente, ni los textos representados con naturalidad y pasión por este grupo de jóvenes que sin duda merece la pena conocer.
Yogur | Piano, dirección de Gon Ramos. En el Espacio Labruc, todos los sábados de octubre a las 21:30