«Si apruebas los exámenes finales está bien, y si no, también está bien. ¿Sabías que tu madre no lo consiguió a la primera, sino al tercer intento? Si no, no nos hubiéramos conocido».
Encontrar la comprensión de los adultos en una edad tan complicada como la adolescencia es para Kateryna Gornostai (1989, Lutsk, Ucrania) no un deseo, sino una realidad próxima. Stop-Zemlia, presentada en la Berlinale dentro de la sección Generación, es la historia de tres amigos, la protagonista Masha con Yana y Senia. Tienen una buena comunicación y utilizan los teléfonos móviles de forma sana, es decir, no como pensamos. «Mientras trabajaba con ellos, solían tener el teléfono en la mano, pero no lo usaban mientras se interesaban por lo que estaba ocurriendo en ese momento. Ví que pueden estar presentes en el aquí y el ahora, y no en su mundo virtual. Así que creo que la escuela va a cambiar para involucrarlos más, utilizando los teléfonos de forma saludable… se avecina una evolución».
De adolescente, Kateryna estaba muy interesada en hacer fotografías y tenía una vieja cámara soviética de su padre. Quería estudiar periodismo, pero finalmente se decidió por la biología. Una vez terminó, sintió la necesidad de hacer algo visual, se fue a Moscú y estudió Cine Documental. Antes del rodaje de Stop-Zemlia, preparó una especie de laboratorio durante nueve semanas donde el casting de adolescentes trabajaba con la improvisación y hablaba de experiencias personales, algunas de ellas presentes en la película a modo de entrevistas. «Durante estos experimentos en el laboratorio bailaban, se expresaban, escribían, hablaban, la idea era estar juntos, una especie de preparación para la película, trabajando unos con otros» dice Kateryna con una luz brillante en los ojos.
En la película, la profesora habla de temas como las hormonas y el estrés, cosas muy importantes para un adolescente. Senia llega tarde y la profesora no se enfada, sino que hace bromas al respecto, y Masha está todo el tiempo con su teléfono e Instagram. ¿Es este un ideal tuyo de educación o realmente cree que llegaremos a una relación profesor-alumno diferente?
Esto es algo nuevo para nosotros y que no teníamos en nuestra época. Pero es la realidad para ellos. En algunas escuelas se prohíben los teléfonos y en otras no, incluso se les deja usarlos en los exámenes. ¿Sabes? Tienes toda la información en internet, pero tienes que ser consciente de cómo y qué buscar. Los teléfonos son una nueva realidad que quería que estuviera en la película y no como un problema o un hilo conductor sino como un instrumento, y hacer una película sobre su presente, dejando que se expresen en todos los sentidos, también en términos corporales, físicos y sensuales.
Investigando por la época en la que estuve en la escuela, es decir hace quince años, tenía miedo porque tenía un profesor temible, y esta es la imagen que tenemos del pasado. Sentimos que todo es mejor ahora y quería pensar que en un futuro todo será aún mejor. Algunas personas me han preguntado por qué esta escuela es tan agradable, tan poco conflictiva, y eso es porque realmente queríamos que fuera así, y no jugar a esa manera de las películas antiguas en las que los profesores gritan a los alumnos y se centran en la disciplina. La profesora de la película es profesora de universidad en la vida real, eso es lo que queríamos, una forma más adulta de tratar estas cosas, una actitud educativa más adulta… esto me fascina. Realmente quería mostrar la escuela como un tipo de universidad, y creo que en un futuro próximo va a ser así.
Juegan a este juego llamado Stop-Zemlia. ¿Cuál es el simbolismo que hay detrás y por qué lo elegiste como título de tu película?
Es un juego de nuestra infancia. Uno tiene que atrapar a todo el mundo con los ojos cerrados y los demás deben quedarse en algún lugar por encima del suelo. Si está muy cerca, puedes cambiar de posición para no ser atrapado, pero si oye tus pasos grita «¡stop-zemlia!», que literalmente significa «parad la Tierra». Entonces te toca a ti atrapar. Admiro esa sensación del momento congelado cuando te atrapan, es el momento en que estás totalmente presente en el aquí y el ahora.
Háblame de esos momentos de ensoñación de la película. ¿Por qué el piano es tan importante para ti? Masha es el único público durante algunos conciertos oníricos. Y con el bádminton, donde parece que juega sola en una oscura y poética atmósfera. ¿Cómo se te ocurrieron estas ideas?
El piano forma parte de mi infancia, tuve clases de piano durante ocho años. Quise dejarlo todo el tiempo, pero con el paso de los años agradezco que mi madre me insistiera en seguir. Porque creo que la adolescencia es el mejor momento para adquirir algunas habilidades, intentar aprender algo, tal vez lo necesites en un futuro y te amplíe el mundo.
En cuanto al bádminton, un amigo mío es profesional y me metí en la pista para ver cómo entrenaba. Un día fuimos a una pequeña ciudad cerca de Kiev y había un enorme parque con grandes estatuas: una de ellas era un enorme volante (pelota de bádminton), lleno de luces en su interior, y era precioso y estaba oscuro, así que decidimos llevar algo así a la película.
¿Por qué decidiste representar la historia en la época contemporánea y no en el pasado?
Hoy en día tenemos esa división en el cine ucraniano. Muchas películas hablan de los años 90, es la tendencia. Pero a mí no me gusta tanto, tal vez por mi experiencia en documentales, y porque se trata del momento presente, estás filmando la realidad que está sucediendo ahora. Todo está cambiando muy rápidamente y hacer una reconstrucción de los viejos tiempos no habría sido honesto para esta nueva generación de adolescentes. Mucha gente de la industria del cine en Ucrania dice que hay que revisitar el pasado para entender mejor el futuro… esto es algo bueno, pero no es lo que yo quería para la película.
¿Qué tienen los jóvenes de hoy en día en la cabeza? ¿Piensan en los mismos problemas que tú a su edad? ¿La sexualidad no es un tabú sino un tema abierto como vemos con Senia, hablando de que tal vez podría ser bisexual?
En nuestra época no se hablaba de estos temas, sino en pequeños círculos. Durante la realización de la película quise enfrentarme a este tema pero no como un problema o un conflicto, sino como algo mirando al futuro, algo de lo que hablar con normalidad. Al mismo tiempo, no es el centro de sus conflictos, por eso está en la periferia de mi historia. Cómo son los adolescentes ahora es muy interesante y puedo ver sus problemas más claramente. Tienen que luchar con muchas cosas diferentes porque tienen mucha información a su alrededor, y están muy interesados en todo ello. Son muy críticos con lo que ven y lo que oyen, así que si eres sincero con ellos, ellos serán sinceros contigo. Aprendí mucho con ellos. Y los echo de menos.
No vemos muchos adultos en la película. ¿Consideraste que no eran muy importantes para la historia? La madre de Sasha está muy presente en la película, incluso más que los padres de Masha, la protagonista. Y los de Senia y Yana nunca aparecen.
Tomamos la decisión de centrarnos más en Masha, en sus amigos y en su mundo interior, ya que para mí son las principales fuentes de su crecimiento como persona. Ella ya no depende de sus padres, aunque su amor la rodea y la ayuda. Pero la línea de Sasha evoluciona en esta relación madre-hijo más que en cualquier otra relación. Su principal conflicto es encontrar la aceptación de ella. Por eso tiene tanto espacio en toda la historia. Para mí era importante mostrar diferentes tipos de padres como una parte importante de la vida de los adolescentes, para tener un contraste entre los tipos de actitud hacia los hijos.
¿Cómo afrontas el sentimiento de soledad?
El sentimiento de soledad tiene la misma naturaleza que el miedo a la muerte, creo. Porque el miedo también está en sus raíces, el miedo a estar solo. Siempre me persigue, y cuando lo siento con fuerza me abruma. Pero cuando sientes miedo no estás en el aquí, estás en algún lugar cerca de tu yo futuro. Lo único que intento hacer es volver de ese futuro y vivir este sentimiento mientras dure.
Una última pregunta. ¿Tenías un mensaje que intentabas expresar al contar esta historia? ¿O somos los periodistas que siempre buscamos uno?
Pensé más en un sentimiento que en un mensaje. Quiero que el espectador salga del cine sintiendo esa nostalgia de los tiempos en que todo estaba empezando, era la primera vez de muchas cosas. Aquí estoy hablando de un público de mi edad. Si el espectador es un padre, quiero que tenga el deseo de hablar con sus hijos después de la película, no sólo de cosas importantes, sino de ser consciente de las cosas corrientes y de su estado de ánimo actual. Y si el espectador es un adolescente, quiero que sienta esperanza. La esperanza de que los tiempos difíciles son temporales, y de que las cosas difíciles son un medio de evolución personal. Que lo más importante que puedes hacer es estar presente en tu vida.
Trailer de Stop-Zemlia: