me han molido los miedos y he vuelto a confiar en los gramos de verdad que sujetan todo camino que se coloca a verita de la incertidumbre 


¿Dónde está ahora la claridad de mi generación de cera? ¿Qué nombre lleva el fuego que se atreve a deformarnos por amor al tacto de nuestras pieles destinadas a fluctuar entre formas y aromas y colores y texturas? 

quiero volver a ser libre de forma innata pues sería bobo pensar que eso se consigue persiguiendo a los muertos de mi felicidad, o al menos eso me cuenta la mirada de una tímida hoguera, fogosa en hiperactividad. 

derritiendo los tintes del preámbulo solo consigo llenar el asfalto con más preguntas ¿pues cómo debe uno explotar para tener vida de nuevo? 

No me fue fácil plasmar en letras un encuentro en donde el silencio, sin pedirnos nada o casi nada, le cantaba al frío viento del balcón en el que nos atendíamos. Aún así tejeré desde la ternura con la que voy despuntando esta entraña que se encuentra hambrienta por saber,,, ¿cómo se recogen los alientos de Joao Del Monte?

Primera entrada → el arte como hogar. 

Para aquellos que se atreven a ladrar con fuerza, es común encontrar en el arte un espacio de evasión como (re)medio de supervivencia hacia los reproches de los frustrados. Así mantuvo despierta la suficiente cantidad de curiosidad que lo llevó a averiguar qué se escondía tras la restricción con la que su madre lo crió ante los peligros que ofrecía su barrio. Pero Joao, hijo de la irreverencia, se recuerda como un delincuente ilustrado que se recorría las calles de Guantánamo escribiendoles las cartas de amor a sus amistades, siendo eso el primer avistamiento de su capacidad de cincelar su visión del mundo como cantautor, pues en un país donde la irreverencia se paga con la muerte, instintivamente se desarrolla una inteligencia emocional con la que lograba convencer a su madre para que dejara salir a aquel niño sensible que habilidosamente terminó siendo el líder de la dureza de los mafiosos. 

La libertad le fue embarrada cual barro dado que desde muy joven se hizo consciente de la vital necesidad que representaba el acto de decidir para recoger su rocío como creador, aceptando su rol de alfarero pues desde los principios tuvo claro que él sería quien moldease las pautas de su existir

segunda entrada → la multidisciplinariedad 

La oportunidad de estudiar dentro del campo del arte llega al cambiar de curso en séptimo grado donde es lanzada una convocatoria para realizar la carrera corta en danza. Tras ya haber tenido tres intentos en el área musical, fue con este programa en el que consigue su formación dentro de las escuelas de arte en Cuba, lo cual expresa ser todo un privilegio, pues países envueltos en aires de pobreza suelen querer sustentar la prosperidad popular desde la parte cultural y deportiva, las estampitas turísticas por excelencia

Esta tierra se fue humedeciendo en el nicho de la triada escénica (música, danza e interpretación) para concebir su fertilidad a través de la multidisciplinariedad, que viene intrínseca en la (in)formación de quienes se entregan a la multitud de las artes vivas para enmendar aquella agobiante sensación de monotonía o como proteína para el déficit de atención. 

Cuando me describía las evaluaciones finales que determinaban la continuidad del alumnado dentro del curso superior, me pareció de lo más interesante la ramificación de los módulos que se empleaban para llegar al veredicto = si acreditabas la fase de Técnica y Folklore posteriormente podías presentarte al Taller de Improvisación para así intentar pasar el filtro. Deduzco que les interesaría identificar qué tanto de la estructura como de la calidad de las herramientas estaban interiorizadas para poder construir toda una orquesta en vivo que contase qué venías a proponer con lo que se te había dado y por qué era necesaria esa perspectiva del mensaje. Lo que evidenciaría el nivel de autocontrol que se poseyera sobre el pensamiento premeditado a la hora de estar en contacto con la fuente de comunicación, pues precisamente ese es uno de los factores que obstruyen a que la mente y a la razón también puedan aportar a la fiesta. Me entusiasma saber que las edificaciones académicas aboguen por un pensamiento crítico artístico que reconozca el valor de la formación de una identidad que encamine a crear con sustancia, con potasio, con una forma que no olvida que primero fue latido. 

Me emociona saber que Joao más allá de saberse una accidental pluralidad creativa, consiguió los medios necesarios para abonar el suelo de su casa, pues el arte no es una formación sino un lugar para habitar, porque aquí entre nos’ ¿Qué es ser un profesional en el arte? o más bien la pregunta sería ¿para qué me es importante demostrar la profesionalidad en el arte si todo esto se trata de entender (entregar) qué quiero decir, cómo lo quiero plasmar, por qué sería fundamental que lo exponga y a lado de quienes quiero lanzarme a la aventura de (re)conquistar la sensibilidad de mi vulnerabilidad? 

   puedes tener arte y no ser artista.

guarnición → alas para ver 

Cada paso que da, cada decisión que  toma, parece no ser solo una forma de escapar de lo que le fue impuesto, sino una manera de declarar su autenticidad como resistencia frente a un mundo que amenaza con adormecernos mediante la exactitud. Desampararnos en esta casilla es querer cometer un acto de autoflagelación contra la esencia de uno. Ser exactamente lo que busca el deseo ajeno, lo que se desea en tendencia, lo que piensan querer los demás, lo que justo quieren que deseemos.  

El ciclo se vuelve un aguijón pretencioso puesto que la belleza está en los ojos de quien se atreva a llamarla, desde una apertura que ha prometido mantener su acto de abstinencia con respecto a la racionalización. Una abeja que le es fiel al trabajo por amor a la miel, y no lo planteo desde un lugar emocional y romántico, sino desde el eje de saber que el instinto nunca dejaría que el ánima muera, como la abeja no deja de sustentarse de lo que la mantiene instintivamente viva. Pero hemos encontrado maneras de acomular la mayor cantidad de colillas posibles en un diminuto cenicero que en un acto de colapso solo queramos pensar en cómo deshacernos de la suciedad para volver a llenar aquel estancamiento. Conformarnos con la comodidad que apacigua nuestro derecho a fluir. 

¿Pero el montaje siempre buscará formas de reconquistar su comité de edificación? Supongo que entre más alta la apuesta, mayor el tamaño del atrevimiento. Con veinte años = de Guantánamo a la Habana. A encaminarse pa tener el culo pelado, pues del bagaje escurren los matices de esas confrontaciones que nos invitan a preguntarnos qué queremos realmente. Y si algo le caía tan orgánico como el sudor, era la creatividad. Le bastó con estar un año en la capital para ser llamado por distintas compañías que le dieron lugar a que expusiese su perfil a nivel internacional. 

Lo que generaba una magnificación de su nombre, más allá de su ejecución, fue una correspondencia de la extensión que ofrecía su abanico de destrezas. Las personas querían deslumbrarse con las iniciativas tan únicas que presentaba Joao. 

¿Pero quién dice que es fácil sentirse libre al proponer? ¿De dónde viene la fortaleza de aquellos que se arriesgan a confiar en su forma de pensar? ¿El grifo se abre como acto de rebeldía que se amamanta de la falta de empatía?

Seamos puntuales las ramas no crecen si no hay un tronco sólido que les provee una organización clara, para que después puedan hacer de su forma un laberinto desconocido para la lógica. En consecuencia, el vigor con el que pudo proyectar la fidelidad de su certeza viene de haber tenido directores que supieron respetar su individualidad, por ende trabajar con ella, no encontra. Entablar los acuerdos necesarios para saber detonar con calma y transportar el temperamento al ritmo. Dos cuestiones que veo excesivamente necesarias para ges-ti-cu-lar en tiempos donde no nos tomamos la molestia de darnos a entender, pues lo complejo es encontrar personas que presten NO SU OÍDO, sino su atención. NO SU ESCUCHA, su atención, NO SU RESPUESTA AUTOMÁTICA, su atención. un racimo de su tiempo, un momento para apagar la alarma de su despertador, pero ¿cómo explicarle la corriente a las personas que se esmeran por desenchufarse de ella?

He pedido tregua con la concepción sobre la vagancia, que más que ser un adjetivo descalificador evoca a convertirse en un observador activo de la vida, de ahí brota la brisa que inspira a quien encuentra los patrones de su brillo o la patología crónica en donde uno debe encontrar su propia coherencia a las irreverencias del mundo = Ser artista = hacerse el amor haciéndoselo a la vida. Joao confesó con sus dientes que cuando hay otro, nace el esfuerzo que conduce la vagancia por el compromiso de engrandecer lo comunitario. 

platillo fuerte → rojo y azul 

las rosas son rojas, el cielo es azul, 

la batería es roja, el desarrollo azul. 

el alma come de lo rojo, la tierra de lo azul. 

¿Juntando estos dos polos qué es lo que obtienes tú? 

La comunión en el escenario. Encomendarse a la incertidumbre de lo vivo. Confiar en el diálogo para entender al enemigo ¿o por qué crees que se disipa cualquier vergüenza al mostrar la luz del farol con el que genera un temblor sonoro? y fíjate que la voz engaña, pero su mensaje se siente. 

Todo es cuestión de explorar el origen de nuestras resonancias. 

Quedarse en Andalucía fue otro accidente que le condujo a extirpar una parte suya que paulatinamente fue agarrando vida propia. JOAO DEL MONTE, del concepto a la personalidad. Del alter ego a ser compañero. De personaje a comerse a la persona. Ahora un ente que comparte cuerpo con él y con su mediador CHOPÁN EL 24, manifestación necesaria para indagar otro mundo de texturas que lo acercan a una esencia más genuina. Ciertamente reflexiona que el arte es reciclar, pues no sólo es una búsqueda estética sino una reconexión con lo dormido, en el cual el ojo creativo encuentra múltiples formas de velar por el mar. Revalorizar lo vivido, lo perdido y lo transformado, percibir el arte en uno mismo sabiendo que se alimenta de lo que ya fue para convertirse en algo nuevo. Regresar al trovador de reparto para revolucionarse en ello, ¿será por eso que siento una reconciliación con su niño interior en el sonido que constituye su soniquetón en el afrobeat ibérico? 

pero a ver,,, ¿reconciliarse de qué? Aquí entra un debate de colores que tiene sus fragmentaciones por donde la luz se ve refractada.

¿A dónde nos llevan nuestros impulsos que nos prometen liberación? ¿Qué tanto cuidado debemos tener cuando nos mareamos con el ponche? Es cierto que el impulso te saca de la incomodidad, pues es una pasión que no se permite nadar en tibias dudas. Un llamado que aterriza como se le dé a entender. Sin embargo la emocionalidad te da una materia prima con la cual incubar la motivación de las ideas. ¿La línea fina entre ambas? = el autocontrol. Ser suficientemente consciente del impulso para permitirlo sin querer cuajarlo al manipularlo. Lo visualizo mucho en la relación dual del artista y el redactor. Uno se permite investigar, el otr   o sintetiza, pero los dos escuchan. Por eso Joao admite que su vínculo con sus compañeros nace de una relación en la que se han adentrado en la comprensión del balance para vivir en el arte sin morir en el intento, comprendido los frutos de lo experimentado y posteriormente amortiguar la caída para hablar en su nombre,,, en sus nombres.   

¿Dejarnos atravesar por el quejido de nuestro cariño será pedirle a la compasión que nos muestre cómo volvernos más ligeros?,,, en sus palabras “El flamenco es libertad tía” Entonces emigrar para perseguir lo salvaje, no es un desplazamiento meramente físico sino una migración hacia esos lugares que nos permiten reconectar con nuestra esencia, con los ritmos de nuestra historia. 

Esa es la tarea clave para escarbar y encontrar las raíces que debemos recordar. Regalarnos fantasías es una estrechante forma de englobar cómo Del monte dictamina el motor de la suya = pues él entiende que viene de la lucha por sostener la fortaleza completa, en el cual el sentido no es ser inquebrantable, sino integrar nuestras contradicciones y danzar con ellas. Logra conmovernos por ser consciente de estar en una conversación constante con lo culto y lo popular, con lo existente y lo imaginativo, lo sólido y lo líquido. Pues el arte opera como purgatorio en la tierra, un recuerdo sagrado donde las discrepancias se encuentran y se abrazan, recordándonos que todo viene de un solo origen: África. Lo gitano y lo cubano, lo flamenco y lo afro, son dos caras de la misma moneda, una moneda que continúa rodando en el tiempo, arrastrándose hacia una comprensión más profunda de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser. Pero para que esto suceda hay  que escuchar el impulso.  

postre → el movimiento invisible  

Desde el silencio me atrevo a confesar que tras este encuentro se ha que(brado)dado más despierta la sensibilidad con la que uno rompe la inercia para llegar a buen puerto. El acorde del tiempo se nos reflejó cual selva de colores en los contrastes de nuestras caras. 

Hablamos por último del tiempo. Inquietante ingrediente para nuestros tiempos de desolaciones digitales, que sombrea la era provechosa para asfixiarnos en el peso de lo invisible. Pero Joao ha decidido no pensar en él, pues para que exista hay que decidir priorizarlo en las capas de una materia. 

¿El tiempo es la única forma de que los humanos se coordinen? ¿Quién menos tiempo usa es más excepcional? ¿La verdad está más en contacto con el paso del tiempo o con el movimiento? 

Con este voltaje,,, me marcho a encerrarme en otra búsqueda de recuerdos. Decido dejarme llevar por la tormenta del caos. Ser amante y cargar conmigo el amor. 

no anestesiamos la responsabilidad de crear,,, 

que es más fácil frenar a un loco que empujar a un bobo.

pronto vuelvo a alzar otra granáaaaa