Continúa el ciclo «Coliseo jazz» en el Real Coliseo de Carlos III en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Les confieso que en ocasiones voy a los conciertos sin escuchar los trabajos nuevos que se presentan porque me gusta que me sorprendan con sus propuestas en directo, ya que este tiene una magia especial que es difícil captar en los discos. En esta ocasión Michael Olivera Group presentó su disco Ashé (2016) el 2 de diciembre. Esta agrupación está formada por Michael Olivera (batería, voz y compositor de la mayor parte de los temas de este trabajo), Munir Hossn (bajo eléctrico, guitarra y voz), Ariel Brínguez (saxofones), Miryam Latrece (voz) y en esta ocasión contaron con David Sancho (piano) aunque en el disco la interpretación corre a cargo de Marco Mezquida.

La palabra ashé procede del yoruba afrocubano y hace alusión a todo lo bueno que se nos ha concedido y podría traducirse como bendición divina o entregada. Con este vocablo comenzamos el recorrido por Cuba a través de su música y de las aportaciones de cada uno de los integrantes de este grupo. El primer gran tema fue Trilogía (formado por Guajiro, Llanura y Andaluza) en el que Munir Hossn nos mostró que es capaz de hacer un gran solo al bajo -con sonidos no tan usuales en el jazz- mientras canta y baila de una manera absolutamente natural pero, sobre todo a lo largo del concierto nos mostró cómo vive la música y transmite su entusiasmo y energía al público de manera que la puedan vivir tan intensamente como él.

Por su parte, las insinuaciones vocales (scat) de Myriam Latrece nos ayudaron a entender aún más los temas en los que aportó su voz, insinuándonos paisajes y sentimientos, como en Acknowledgment, un tributo a A Love Supreme del gran John Coltrane. Ahí es nada. En este tema hacen una grandísima versión con mezclas de diversas influencias y ritmos caribeños. Estoy enamorada de este tema (del original y de su versión).


La combinación de Michael Olivera y Ariel Brínguez es sinónimo de buena música y talento, como lo demostraron hace unas semanas en el concierto en el que el saxofonista presentó su Notalgia cubana. Ambos son virtuosos de sus respectivos instrumentos y las combinaciones de estos con los demás integrantes de la formación bajo la dirección del percusionista, hicieron que fuésemos de estación en estación en un recorrido especial por Cuba. Uno de los temas más sorprendentes es Raíles, donde comienza una música suave y llegamos a escuchar unos espectaculares sonidos de pájaros emitidos por el propio Olivera. Se trata de un músico todoterreno que crea música con mucha energía, ya sea para removernos por dentro de manera tranquila o con toda la intensidad rítmica de la que es capaz.


(Foto: Michael Olivera)